Sridhar Vembu, CEO de Zoho Corp.
Ayer conocí a una señora en nuestro pueblo y le pregunté cuántos años tenía. Ella me contestó: "¿Quién sabe? Aquí nadie lleva la cuenta de eso". Asentí con la cabeza porque así es como también suelen ser las start-ups.
Todo lo que sabemos sobre Zoho Corp es que nacimos entre finales de 1995 y comienzos de 1996. En algún momento de 2002 adquirimos el dominio Zoho.com y siete años más tarde cambiamos nuestro nombre a Zoho Corp. Hemos cumplido 25 años en el negocio, pero no podemos estar seguros de cuándo nacimos exactamente.
Cuando uno decide empezar una empresa no tiende a pensar en una fecha en particular como el día en que todo comenzó. En aquel momento, mis cofundadores y yo lo que pensábamos era “veamos si logramos poner comida en la mesa”, sin estar seguros de ya estar en el negocio.
Fue hasta 1998 que declaré que éramos un "negocio de verdad”, cuando pudimos pagar sueldos modestos y, por lo tanto, cumplimos con la idea de “poner comida en la mesa”. Para entonces ya teníamos unos ingresos que superaban con creces los 500.000 dólares al año.
Me gustaría dar detalles sobre nuestra historia inicial que son poco conocidos. En 1995 existían dos Start-ups, una en Estados Unidos y otra en la India. En el suburbio de East Tambaram en Chennai (India), mis hermanos Kumar Vembu, ahora fundador y CEO de GoFrugal y activo en Zoho Corp; Sekar Vembu, hoy fundador y CEO de Vembu Technologies, y Shailesh Kumar, quien dirige actualmente nuestra Ingeniería y Zoho Labs, comenzaron una operación en casa. Kumar regresó de los Estados Unidos después de una breve estancia de un año, cuando encontró algunos trabajos de desarrollo de software por contrato en el campo de telecomunicaciones y así fue como pagó sus facturas.
En Nueva Jersey, Estados Unidos, otro cofundador, Tony Thomas, con quien hablo casi a diario en busca de su sabiduría (es algo así como mi 'Buda personal'), puso en marcha una ‘operación de dormitorio’ en 1995. Thomas trajo a nuestro cofundador Sreenivas Kanumuru, director general de vTiger. El hermano mayor de Tony, Joy Thomas, quien falleció recientemente, fue uno de los grandes estudiantes del IIT de Chennai y ayudó con un préstamo personal a Tony, quien había empezado a trabajar en una biblioteca para el protocolo SNMP API en Java.
A finales de 1995 yo aún no estaba en el panorama, pues solo aconsejaba a mis hermanos. Un amigo común del ITT me presentó a Tony, quien me llevaba tres años académicos y no lo conocí durante mi época de estudiante. Tiempo después lo presenté a mis hermanos en la India y empezaron a trabajar juntos a mediados o finales de 1996.
Ese mismo año, en el mes de abril, me trasladé a Silicon Valley, tratando de averiguar cómo mantenerme a flote. Al principio intenté construir un equipo de hardware, pero no estaba preparado para hacerlo y arruiné los ahorros de toda la vida. Para pagar mis deudas hice algunos trabajos de programación por contrato para un par de empresas y durante una temporada me desempeñé como corrector de errores para una compañía de software de conmutación de cajeros automáticos que había sido adquirida por Cisco.
Pasé innumerables noches en el laboratorio resolviendo oscuros errores en el código pre ANSI C. Fue, sin duda, una prueba de fuego para mí. Aunque contaba con un doctorado en Princeton ya había decidido que nunca usaría mi título para conseguir un trabajo. También había decidido que quería trabajar en las trincheras del software. El trabajo de corrección de errores era ideal para mí porque me permitiría entender el código de una forma cruda y personal.
A principios de 1997, cuando mi contrato estaba llegando a su fin, Tony vino al Silicon Valley para hacer negocios con su software de protocolo SNMP y quedamos en ir a comer. Nos encontramos. Me preguntó si conocía a alguien que pudiera ayudarle a vender su software y le dije “si gustas, lo intentaré”. Tony aceptó.
Así me “uní” en mayo de 1997. Lo pongo entre comillas porque no había ningún trabajo al cuál unirme. Simplemente imprimí un puñado de tarjetas de visita por 10 dólares en Office Depot que decían ‘Vicepresidente de Marketing y Desarrollo Comercial de Advent Network Management’, que era la empresa de Tony en aquel momento.
La principal razón por la que necesitaba las tarjetas de visita era porque Tony me pidió ayuda para un stand de 10×10 que había alquilado en la famosa feria de Las Vegas Networld + Interop y necesitaba gente para dotar de personal al stand.
Para mi sorpresa y la de Tony hice algunas ventas en el evento. No era un buen vendedor. En realidad, era un ingeniero de ventas que explicaba bien el software y al que luego se le olvidaba pedir el dinero. Pero Tony era aún peor que yo, por lo que me convertí en el vendedor, por pura ley de ventaja.
Ese mismo año, es decir en 1997, superamos los 350.000 dólares en ventas y lo invertimos todo en I+D para nuestro siguiente producto (WebNMS), sin pagarnos a nosotros mismos. En esa época seguíamos operando como empresas independientes, una en India y otra en Estados Unidos. La primera se encargaba de I+D y la segunda de las ventas.
En 1998 nuestras ventas superaron el millón de dólares. A mediados de ese año empezamos a pagarnos unos salarios modestos y en 1999 los números se duplicaron gracias a la adopción de WebNMS.
Hasta 1999, mantuve mi tarjeta de "Vicepresidente de Marketing y Desarrollo Empresarial", pero Tony empezó a presionarme para que lo sustituyera como director general. Me dijo: "Tú eres el visionario y el hombre de negocios, tienes que dirigir esta empresa". Me resistí a la idea durante un año. Le dije: "No es bueno que el director general sea el primer vendedor con el que habla el cliente, pensarían que la empresa no tiene vendedores" (en realidad, era cierto, ¡la empresa no tenía vendedores!).
Fue entonces cuando trajimos a un vendedor profesional y me enseñaron a vender de verdad, triplicando los ingresos para el año 2000. De hecho, ya íbamos en camino hacia los 10 millones de dólares. Tony, finalmente, me convenció de que era el momento de convertirme en director general. Y así fue.
Entonces llegó la crisis de las puntocom/telecom de 2001, seguida por el 11 de septiembre. El negocio se agotó. Era obvio para mí que el mercado de las telecomunicaciones no iba a volver y que todos nuestros ingresos procedían de ese mercado. Aún así, teníamos dinero en efectivo en el banco y contábamos con ingenieros jóvenes y entusiastas. Ideé una estrategia de reinvención y eso implicaba a ManageEngine y a nuestra división en la nube Zoho.com, que nacieron en 2002 y 2005 respectivamente.
El resto de la historia es razonablemente conocida. Invertimos mucho en I+D para una empresa tan joven. Entre 2003 y 2005 volvimos a destinar mucho dinero para dar inicio a nuestro siguiente negocio. La historia de esta empresa, básicamente, está impulsada por la I+D y por contar con personas comprometidas.
Al igual que la señora de nuestro pueblo, esperamos seguir siendo humildes y fieles a nuestras raíces, independientemente de nuestra edad. Gracias a todos por su apoyo. ¡Esperamos causar un impacto a nuestra manera!
Sridhar Vembu, CEO, Zoho Corporation.
Todo un ejemplo de humildad que puede cambiar panoramas en los mercados más golpeados por los grandes. Ahora se puede ser grande si pasar por encima de lo que más vale en una empresa, las personas. Comparto esa filosofía y la trato de transmitir en nuestra startup niceeat y en nuestra agencia gomezcalderon.com Sridhar Vembu un saludo desde Cali, Colombia, un fan y usuario de zoho desde el 2015.